En el mundo de la nutrición, está lleno de corrientes, dietas y gurús de la comida, lo que dificulta saber en quién o en qué confiar. Esta cantidad de información contradictoria puede generar desconfianza a la hora de intentar llevar una dieta saludable. Una de las dietas que más dudas genera es la Dieta del Genotipo. Esto se debe a su concepto llamativo y que dentro de su nombre esté la palabra gen.

Esta dieta promete clasificar a las personas en grupos dietéticos según su tipo de sangre y otras mediciones del cuerpo. Así ofrece una solución personalizada para la pérdida de peso y la mejora de la salud en general. Pero, ¿Qué hay realmente detrás de la dieta del genotipo?

En este blog, evaluamos la dieta del genotipo desde una perspectiva más científica y crítica, derribando sus mitos y evaluando la verdad. Prepárate para ir a través de la ciencia en la nutrición y descubre si la dieta del genotipo cumple con todo lo que promete.

Origen y fundamentos de la dieta del genotipo

La dieta del genotipo; creada por Peter J. D’Adamo, doctor en medicina natural; se basa en la dieta de los 4 tipos de sangre. A esto, se le fueron sumando más mediciones corporales para que las personas pudieran ser agrupadas en uno de seis grupos dietéticos. Estos son: cazador, recolector, explorador, profesor, guerrero y nómade. Él afirma que las personas deben seguir distintas dietas según su tipo de sangre. Las personas con sangre tipo O deberían tener una dieta rica en proteínas y baja en carbohidratos. En cambio, las personas con tipo de sangre de tipo A deberían seguir una dieta vegetal baja en grasas. Y las personas con tipos B y AB deberían seguir una dieta más omnívora.

Sin embargo, la validez científica de esta dieta ha sido cuestionada. Esto se debe a que no hay suficiente evidencia para respaldar la relación entre el tipo de sangre y las dietas sugeridas. En este blog, veremos los detalles de la dieta del genotipo, explorando su fundamento científico desde una perspectiva más rigurosa. Así la gente podrá sacar sus conclusiones sobre sus verdaderos efectos y beneficios.

Análisis crítico de la evidencia científica

Para empezar, evaluaremos el estudio que D’Adamo utiliza para fundamentar sus consejos (1). En base a esto, él define que la gente con el tipo de sangre O es cazadora y debería comer más carne. Y al contrario, que la gente con el tipo de sangre A sea explorador y debería comer más alimentos vegetales. Sin embargo, la evidencia científica muestra que no hay relación entre qué tipo de sangre tienes y que es lo que deberías comer. Esto lo han demostrado nuevos estudios como este artículo (2) o cómo llegaron a un acuerdo muy claro en la Revista de asociación médica noruega (3). Se han llevado a cabo estudios sobre la relación entre el tipo de sangre y las preferencias dietéticas. Sin embargo, no existe suficiente evidencia que respalde la teoría de la dieta según el genotipo.

Casos de éxito de la dieta del genotipo

dieta del genotipo

Esta dieta clasifica las preferencias y restricciones dietéticas en 6 grupos. Implica variadas restricciones dietéticas, promoviendo una dieta más estricta y natural. Esto puede llevar a resultados positivos, como la baja de peso. Los beneficios provienen de cambios reales en la dieta, como por ejemplo, aumentar el consumo de verduras o proteínas y reducir la comida chatarra. Sin embargo, estos cambios también se pueden lograr con otras dietas. Por lo tanto, puede que la dieta del genotipo sí haya servido en algunas personas, pero no porque tu tipo de sangre debe definir tu alimentación, si no porque lograste generar un cambio en tu alimentación. 

La pregunta es ¿Podrás mantenerla en el tiempo? Cabe destacar que algunas son dietas bastante restrictivas. Esto podría hacer que sea difícil mantenerlas en el tiempo o incluso llegar a generar un trastorno de la alimentación. Es por esto que es importante entender que la dieta debe ser algo que puedas mantener de por vida, y que sea capaz de nutrir y entregar bienestar siempre. 

Conclusiones

La dieta del genotipo ha generado interés debido a sus soluciones “personalizadas” para la salud y la pérdida de peso. Sin embargo, su base científica ha sido cuestionada y la evidencia disponible no respalda sus teorías. Es importante informase y ser críticos con las diferentes dietas que encuentran, buscando fuentes confiables y basadas en evidencia científica.

Recuerda: Queremos recordarles la importancia de ser conscientes y cuidadosos al adoptar nuevas dietas y recomendaciones que circulan en las redes sociales y otros medios de comunicación. Siempre es recomendable consultar con profesionales de la salud antes de realizar cambios significativos en tu estilo de vida y la alimentación.

Referencias: 

  1. Sievers, M. L. (1959). Hereditary aspects of gastric secretory function. The American Journal Of Medicine, 27(2), 246-255. https://doi.org/10.1016/0002-9343(59)90345-6
  2. Cusack, L., De Buck, E., Compernolle, V., & Vandekerckhove, P. (2013). Blood type diets lack supporting evidence: a systematic review. The American Journal Of Clinical Nutrition, 98(1), 99-104. https://doi.org/10.3945/ajcn.113.058693
  3. Meltzer, H. M., Haugen, M., Haavardsholm, K. C., Hagen, K. B., Heier, H. E., McKellep, A. M. B., Glørstad, H., & Tandberg, A. (2002, 30 May). Blodtypedietten – visjonær vitenskap eller tull? Tidsskrift For Den Norske Legeforening. https://tidsskriftet.no/2002/05/kronikk/blodtypedietten-visjonaer-vitenskap-eller-tull