Las dietas de desintoxicación con jugos llevan varios años sonando, con la promesa de limpiar el cuerpo de toxinas, mejorar la digestión y ayudar con la pérdida de peso. Sin embargo, la evidencia científica sobre sus beneficios y riesgos genera un intenso debate. ¿Son realmente efectivos, o pueden ser perjudiciales para la salud? En este blog, analizaremos qué implican estas dietas, qué dice la ciencia sobre su impacto en el organismo y qué consideraciones debes tener antes de pensar en hacerla.
¿Qué son las dietas de desintoxicación con jugos?
Las dietas de desintoxicación con jugos consisten en consumir exclusivamente jugos de frutas y verduras durante un tiempo determinado, que puede ser desde uno a varios días. Se basan en la idea de que el cuerpo necesita ayuda para eliminar toxinas acumuladas debido a una mala alimentación, la contaminación ambiental y otros factores. Sin embargo, el cuerpo humano ya cuenta con sistemas naturales de eliminación de toxinas, principalmente a través del hígado y los riñones (1).
Estas dietas suelen excluir alimentos sólidos y restringir macronutrientes esenciales como proteínas y grasas, lo que puede generar efectos negativos en la salud si es que duran mucho tiempo.
¿Realmente eliminan toxinas los jugos?
Uno de los principales argumentos para las dietas detox con jugos es que ayudan a limpiar el cuerpo de sustancias dañinas. Sin embargo, la evidencia científica no sustenta esta afirmación. El hígado y los riñones son los órganos responsables de filtrar y eliminar compuestos no deseados del organismo de manera eficiente sin necesidad de dietas extremas (2). No existen pruebas concluyentes de que consumir solo jugos mejore este proceso o acelere la eliminación de toxinas.
Impacto en el metabolismo y la energía
Al sacar casi todas las proteínas y grasas saludables de la dieta, estas desintoxicaciones pueden generar efectos negativos en el metabolismo. La falta de proteínas podría disminuir la masa muscular generando que se reduzca la tasa metabólica basal, lo que a largo plazo dificulta la pérdida de peso sostenida (3). Además, como están basados en frutas y algunas verduras, estos jugos pueden concentrar muchas frutas teniendo gran cantidad de azúcares más simples. Esto puede provocar picos y caídas en los niveles de glucosa en sangre más agresivos, lo que podría provocar malestar, especialmente al consumir solo líquidos (4).
Posibles riesgos para la salud
1. Deficiencias nutricionales
Las dietas de jugos no aportan ciertos nutrientes esenciales como proteínas, grasas saludables y algunas vitaminas y minerales que son necesarias para el funcionamiento del organismo. A largo plazo, pueden generar deficiencias de hierro, vitamina B12 y ácidos grasos esenciales, lo que afecta el sistema inmunológico y la salud general (5).
2. Efecto rebote y pérdida de masa muscular
Muchas personas ven una rápida pérdida de peso con estas dietas debido a la eliminación de líquidos y la reducción del contenido de glucógeno en los músculos. Sin embargo, esta pérdida suele ser temporal, y al volver a la alimentación habitual, es común recuperar el peso perdido o incluso ganar más debido a la desaceleración del metabolismo (6).
3. Alteraciones en la microbiota intestinal
El consumo exclusivo de jugos reduce la ingesta de fibra insoluble, que es clave para la salud digestiva y el equilibrio de la microbiota intestinal. Una alimentación restrictiva basada solo en líquidos puede provocar desbalances en las bacterias intestinales beneficiosas, afectando la digestión y la absorción de nutrientes (7).
4. Afectación del control del azúcar en sangre
Las dietas de jugos pueden contener una alta cantidad de fructosa sin la fibra que naturalmente regula su absorción en las frutas enteras. Esto puede generar desbalances en los niveles de glucosa en sangre, lo que es principalmente perjudicial para personas con resistencia a la insulina o diabetes (8).
Alternativas más saludables para apoyar la función del cuerpo
En lugar de recurrir a dietas restrictivas, existen estrategias nutricionales más equilibradas para apoyar la función del hígado y la eliminación de compuestos no deseados:
- Consumir una dieta rica en fibra: Frutas enteras, verduras, legumbres y cereales integrales ayudan a la salud intestinal y ayudan en la eliminación de desechos.
- Mantener una hidratación adecuada: El agua es clave para la función renal y la eliminación de toxinas.
- Incluir alimentos con propiedades antioxidantes: Verduras de hojas verdes, cítricos y frutos rojos ayudan a reducir el estrés oxidativo en el organismo.
- Evitar el consumo excesivo de alimentos ultraprocesados y alcohol: Esto reduce la carga de toxinas en el cuerpo y favorece la función hepática.
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Conclusión
Las dietas de desintoxicación con jugos no tienen respaldo científico que avale sus supuestos beneficios y pueden generar más riesgos que ventajas para la salud. En lugar de usar métodos extremos, es mejor tener una alimentación equilibrada que apoye de manera natural los procesos de eliminación de toxinas del cuerpo. Mantener hábitos saludables a largo plazo es la clave para una buena salud sin comprometer el bienestar.
Referencias
- Valtin, H. (2002). “‘Drink at least eight glasses of water a day.’ Really?” American Journal of Physiology-Regulatory, Integrative and Comparative Physiology, 283(5), R993-R1004. https://doi.org/10.1152/ajpregu.00365.2002
- Klein, A. V., & Kiat, H. (2015). “Detox diets for toxin elimination and weight management: a critical review of the evidence.” Journal of Human Nutrition and Dietetics, 28(6), 675-686. https://doi.org/10.1111/jhn.12286
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Pasiakos, S. M., McLellan, T. M., & Lieberman, H. R. (2014). The Effects of Protein Supplements on Muscle Mass, Strength, and Aerobic and Anaerobic Power in Healthy Adults: A Systematic Review. Sports Medicine, 45(1), 111-131. https://doi.org/10.1007/s40279-014-0242-2
- Livesey, G., Taylor, R., Hulshof, T., & Howlett, J. (2008). “Glycemic response and health: summary of a workshop.” The American Journal of Clinical Nutrition, 87(1), 212S-216S. https://doi.org/10.1093/ajcn/87.1.212s
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Minich, D. M. (2019). A Review of the Science of Colorful, Plant-Based Food and Practical Strategies for “Eating the Rainbow”. Journal Of Nutrition And Metabolism, 2019, 1-19. https://doi.org/10.1155/2019/2125070
- Dulloo, A. G., Jacquet, J., Montani, J. P., & Schutz, Y. (2015). “How dieting makes the lean fatter: from a perspective of body composition autoregulation through adipostats and proteinstats awaiting discovery.” Obesity Reviews, 16(1), 25-35. https://doi.org/10.1111/obr.12253
- Sonnenburg, J. L., & Bäckhed, F. (2016). “Diet–microbiota interactions as moderators of human metabolism.” Nature, 535(7610), 56-64. https://doi.org/10.1038/nature18846
- Stanhope, K. L. (2016). “Sugar consumption, metabolic disease and obesity: The state of the controversy.” Critical Reviews in Clinical Laboratory Sciences, 53(1), 52-67. https://doi.org/10.3109/10408363.2015.1084990